jueves, 4 de febrero de 2010

De nuevo San Lucas y Carranza

Jorge Cortés Ancona

La infinita terquedad camionera no reconoce las protestas sociales y en vez de tender puentes, prefiere ahondar más las brechas. Uno creería en la sensatez de que si se tiene problemas con un sector de la población, peor aun, con uno adormilado desde años que es el de los estudiantes universitarios, tendríamos que tratar de que haya los menos roces posibles.

Pero vemos que la voluntad es muy pobre y que se sigue pensando en términos puramente de ganancias económicas sin considerar las condiciones sociales y educativas de los jóvenes.
Aunque un estudiante sea protegido económicamente en lo sustancial por sus padres, no lo puede ser en todos los aspectos. Dudo mucho que en la actualidad haya más de un 5% de familias tan boyantes como para absorber todos los gastos básicos de sus hijos, así que a cualquiera le viene bien un descuento.

En los dos últimos años de mi carrera, hace más de 20 años, sólo les pedía a mis padres la cantidad exacta para mis camiones de siete días, considerándola en términos del descuento existente en ese entonces. Ni los taxis colectivos (combis) ni los minibuses tenían la obligación de dar descuento, que sólo correspondía a los viejos y destartalados camiones, así que era frecuente que llegara yo muy tarde a mi casa (el horario era vespertino-nocturno) por esperar con toda paciencia al único tipo de transporte que me permitía mi escasa economía personal.

Por ello, cómo no voy a ser solidario con la petición de los estudiantes en estos tiempos de crisis. La conciencia me obliga, ya que ellos protestan por algo que me ha tocado y sigue tocando vivir.
Nada ha cambiado desde hace décadas en este problema que se arrastra desde que estaba en manos del municipio de Mérida y se ha agravado en años recientes debido a que el porcentaje de ancianos ha aumentado notablemente.

Los choferes de la mayoría de los vehículos de transporte urbano siguen sin darles parada a los adultos mayores, y en caso de que descienda alguna persona procuran cerrarles bruscamente la puerta sin importarle el perjuicio que ocasionan al anciano usuario.

Esta situación puede verse en cualquier punto de la ciudad, y para colmo a las puertas de los hospitales y clínicas donde pasan las rutas de Circuito Colonias, Circuito Poniente, Pensiones, etc.
Los estudiantes se siguen quedando en bloque con la mano colgada y en el interior los servicios siguen siendo pésimos en materia ergonómica. Hay autobuses cuyo espacio de entrada y salida de pasajeros es tan estrecho que resulta un milagro para los obesos y para quienes cargan niños o bultos (o las dos cosas, que es muy frecuente). No hay una conciencia de la peligrosidad que implica el ascenso y descenso en los paraderos de ruta.

Y las burlas a los usuarios son recurrentes, como la que se da en los autobuses de las rutas San Lucas y Carranza. Se sube uno confiadamente en pleno trayecto, pensando que se trata de San Lucas y al cabo de un rato se da uno cuenta de que la ruta es Carranza, lo cual obliga a bajar de inmediato y emprender una no muy corta caminata.

¿El chofer del falso San Lucas? Hablando por celular y acelerando en determinados tramos a una velocidad mayor de la permitida. He reportado a la empresa esta falta de señalamiento algunas veces, pero sabemos que toda queja de los usuarios es inútil en este aspecto del transporte. Tal parece que les es muy difícil colocar en el exterior del autobús y también adentro los letreros que indiquen la ruta real.

El transporte público es un servicio obligatorio concesionado, pero lo que campea son el cinismo y la falta de respeto a los ciudadanos, la falta de solidaridad con nuestra sociedad yucateca.

1 comentario:

Jebuz dijo...

Hola
muy bueno el texto, los felicito, deja mucho para reflexionar.
En lo personal me gusto mucho, y me gustaria usar su texto para pegar en mi escuela.
Ahora, antes de hacerlo, solicito permiso para cambiarle unas cuantas palabras, que podrian ser ofensivas, o malentendidas, por cierta gente de mi escuela, hasta cierto punto, para que no suene muy antisonante, me gustaria que me concedan el permiso y no le cambiare el sentido del texto.
Antes de irme, les mando un coridial saludo.
Jesus Lara, vocero del Comite General de la Preparatoria 1
Contacto: prepa1@comitegeneraldeestudiantes.org
Gracias