domingo, 2 de enero de 2011

Cuba y la utopía vigente

Cristóbal León Campos


Desde su triunfo, la Revolución Cubana ejemplificó para los países dependientes del mundo, la posibilidad de realizar la utopía de liberarse y poder decidir por sí mismos el camino a seguir. Las grandes transformaciones sociales que de inmediato implementó, son la muestra de que es posible desarrollar otra forma de economía y sociedad, alejada de la devastación que el capitalismo genera por naturaleza.

La Revolución ha logrado mantenerse resistiendo una invasión orquestada por Estados Unidos en 1961, un permanente bloqueo marítimo y cientos de ataques terroristas coordinados por la CIA, además de permanentes campañas contrarrevolucionarias realizadas desde Miami. De igual forma, ha superado un sinfín de boicots económicos mundiales.
A pesar del constante bombardeo informático en su contra, no es posible negar que la sociedad cubana es líder mundial en seguridad nacional y personal, pues los crímenes son pocos, y los delitos violentos muy infrecuentes.
La instauración del socialismo en Cuba -el 16 de abril de 1961- permitió abrir el sendero que la ha conducido a la construcción de una nueva sociedad. En el campo de la educación, ha reducido a cero el nivel de analfabetismo. Tiene escuelas y maestros para todos los niños, hasta en los más apartados rincones. Además de que ha contribuido con brigadas internacionalistas de maestros para la alfabetización en el lugar en que sean requeridos. De igual forma, ha construido más de un centenar de centros de investigaciones científicas. Cada ciudadano tiene el derecho a recibir gratuitamente cualquier servicio de educación y salud. Los jubilados y pensionados reciben los beneficios de la seguridad social.
Cuba ha logrado mantener la mortalidad infantil por debajo de 8 por cada 1,000 nacidos vivos; su índice de enfermos de SIDA es muy inferior al de los Estados Unidos y otros países desarrollados y ricos.
El socialismo en Cuba permite a las familias que sus hijos crezcan sanos, instruidos y sin miedo a que se introduzcan al mundo de las drogas, o que puedan morir en las escuelas a manos de sus propios compañeros, como sí ocurre en Estados Unidos. Cuba es la más sólida barrera en el hemisferio contra el tráfico de drogas, esto último, en total contraposición con Estados Unidos, quien tiene los más altos índices de consumo por persona.
El camino de la Revolución y la construcción del socialismo no ha sido fácil, pues además de las permanentes amenazas del imperio, la sociedad cubana ha tenido que superar errores y contradicciones naturales de la permanente transformación que vive desde el 1 de enero de 1959. Incluso, en la actualidad los organismos de gobierno y la sociedad en general, discuten una serie de reformas vitales para el mantenimiento de la economía cubana.
Cuba sigue ejemplificando la posibilidad de realizar la utopía de construir otro mundo, para el cual, el proyecto socialista es el camino. Pero el nuevo mundo mejor, no llegará como consecuencia lógica de la evolución social, como se creyó erróneamente durante mucho tiempo. La utopía sólo se construirá como resultado de la toma de conciencia colectiva y de la acción organizada de la sociedad.
En la actualidad el capitalismo, en su fase neoliberal, continúa agravando los males que los pueblos padecen, por esa lógica de ganancia que sólo deja más ricos a unos pocos, y más pobres a la mayoría de la población.
La necesidad de desaparecer esos males, es la razón histórica del surgimiento del socialismo como alternativa, y es, la razón por la cual sigue siendo necesaria su construcción en los países del mundo, sobre todo, en los países como México, que esta tan destruido y lacerado por la voracidad de los gobiernos y de sus aliados. Dicho en forma simple, mientras el hombre siga siendo el lobo del hombre, la utopía socialista seguirá siendo necesaria.
La pobreza como forma de gobierno

Cristóbal León Campos

A pocos días de concluir la primera década del siglo XXI, es necesario reflexionar sobre las condiciones de vida de la población trabajadora en nuestro país. Pues desde 1982, el salario ha perdido más del 82% de su poder adquisitivo, ocasionando que a la fecha la pobreza sea el signo característico de los últimos gobiernos mexicanos.
El neoliberalismo mexicano ha tenido en el período del espurio Calderón, la mayor reproducción de la pobreza. Según el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM), la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) pasó de costar $80.83 a $156.76, en el período correspondiente del 1º de diciembre del 2006 –fecha en que inicia el gobierno de Felipe Calderón- al 1° de Abril de 2010, con un incremento acumulado de 93% tan sólo en el rubro de alimentos, dejando de lado, el incremento en otros rubros como servicios, gas doméstico, renta, aseo personal y del hogar. Y el salario mínimo únicamente se incrementó 17% durante ese mismo periodo, sufriendo una pérdida en su poder adquisitivo de 47.1%, la cual supera la sufrida en todo el sexenio de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas.
La política salarial que los panistas han impuesto a los trabajadores, los condena a enfrentar una constante y cada vez mayor disminución en el nivel de vida y de trabajo. La gestión de Felipe Calderón ha agravado el problema de la precarización de las condiciones laborales y de vida de los trabajadores mexicanos.
Debido al insuficiente poder adquisitivo del salario, los trabajadores en México han tenido que aumentar sus jornadas laborales. El 1º de diciembre del 2006 los trabajadores tenían que laborar 13 horas 17 minutos para poder adquirir la CAR. En cambio, para el 1 de abril de 2010 tenían que trabajar 21 horas 50 minutos. Actualmente para poder acceder únicamente a la Canasta Alimenticia Recomendable con un salario mínimo el trabajador y su familia tienen necesariamente que sumar jornadas laborales diarias de muchas más horas. Y es que con el actual salario mínimo, millones de personas que representan cerca del 50% de los trabajadores de la Población Económicamente Activa en México no tienen los suficientes ingresos para adquirir la CAR, incluyendo a la población trabajadora que percibe hasta dos salarios mínimos diarios.
Para ejemplificar la pérdida de poder adquisitivo del salario, basta con comparar los productos y las cantidades de ellos, que se podían comprar hace poco más de 28 años cuando iniciaba el modelo Neoliberal en México, y lo que se puede comprar hoy con el gobierno espurio de Calderón. Supongamos que el salario mínimo se dedica íntegramente a la compra de un sólo artículo de la Canasta Alimenticia Recomendable (como ejemplo las tortillas), para ver cuánto se puede adquirir del mismo y ejemplificar de forma clara la pérdida del poder adquisitivo del salario.
El 1º de diciembre de 2006, con un salario mínimo de $48.67 pesos se podía comprar 7.22 kilogramos de tortillas de maíz, al 1 de abril de 2010 con el salario de $57.46 pesos sólo se podía comprar 6.04 kilogramos, es decir, 1.18 kilogramos menos. Desde la aplicación del modelo Neoliberal los trabajadores mexicanos han dejado de consumir -hasta la fecha indicada- 44.87 kilogramos de tortillas.

Recientemente el salario ha vuelto a aumentar de forma ridícula, pues la necesidades básicas están muy lejos de ser satisfechas con un par de pesos demás. El espurio de Calderón sigue empeñado en ser recordado como el peor gobierno mexicano de las últimas décadas, pues junto a la agudización de la pobreza, su estadía en el poder sólo ha generado, violencia, represión y la desintegración de nuestra nación. En nuestras manos esta poner fin y evitar que la pobreza siga siendo la forma de gobierno en México.